Galyha Zalhana Tyv

Galhya es muy fácil de ser descripta. No escapa de cualquier espectador o lector lo suficientemente sagaz que es una persona completamente oscura y malvada. No solo lo hace por ser de por si una mujer amargada de su vida, sino que también disfruta de tener aquella personalidad tan particularmente repelente para cualquier tipo de relación con la gente. Disfruta de ver al prójimo sufriendo, triste, se alimenta de las penas de los demás y de cualquier tipo de dolor. En cada contestación suele ser sarcástica y borde, sin importar a quién se esté dirigiendo, aunque generalmente parece ser amable y buena. Tiene un humor muy oscuro y a pesar de lo malvada que puede llegar a ser se toma su tiempo para hacer algunos de sus retorcidos comentarios. Está desinteresada por todo lo que ronda a su alrededor, nada logra captar su atención por más de cinco minutos a menos que sea fuego, oscuridad o gritos.

No tiene un objetivo fijo en su vida, tan solo vaga de un lado para el otro buscando causar estragos a su alrededor. Se ve completamente fascinada por la reacción de la gente, los sentimientos que experimenta. Piensa que son completamente estúpidos, la gran mayoría de los humanos en general. No posee ningún valor moral y no respeta la vida de nadie, no le importa matar nada que tenga vida, para ella tiene la misma carga en su conciencia que pisar una hormiga. El único sentimiento que es capaz de aceptar que siente es la lujuria, puesto que no la puede evitar. De todas maneras para ella no representa un problema ya que puede usar a los hombres de igual manera en que puede utilizar un pañuelo descartable. Suele matarlos de manera lenta y dolorosa antes de que puedan darse cuenta de lo que pasa.

Ríe solo cuando algo verdaderamente le causa gracia o cuando pierde completamente la cordura. El fuego, los gritos, el dolor, son cosas por las que se ve verdaderamente fascinada, son gloria para sus ojos, música para sus oídos y bienestar para su alma, si es que alguna vez tuvo alma. No quedan razgos de humanidad en ella, simplemente se esfumaron de la misma manera en la que se esfumó su vida de humana. Su pasado la tiene incierta, pero jamás piensa en aquello, lo ignora, no tiene interés alguno en saber que en un momento fue tan débil como los humanos que ella suele usar de alimento para su pobre alma.

Si la historia de Galyha fuera relatada por su persona, mucho no se podría decir. Su recuerdo más lejano fue cuando despertó sin recordar nada de su pasado, sintiendo odio hacia todo el universo en general. Desde aquél preciso instante se dedicó a causar estragos hacia donde quiera que vaya, con o sin un objetivo fijo pero siempre con la intensión de divertirse con el sufrimiento ajeno. Sin embargo esto no fue siempre así para ella...

Créase o no, en algún momento esta criatura dedicada que está encausada en provar estragos y miseria a donde quiera que pise, fue una niña pequeña y alegre. Nació un día particularmente cálido y soleado de invierno, más específicamente del 22 de febrero. Sus mechones eran claros y amarillos como la luz del sol, su piel blanca como la nieve y sus ojos color celeste mar, una niña muy cliché de Estados Unidos. Su familia poseía el dinero suficiente para que jamás le faltara nada, ni siquiera los juguetes para divertirse o los libros para estudiar. Desde muy pequeña fue muy intelectual, se dedicaba a leer cualquier tipo de información sobre lo que le interesaba a pesar de su corta edad. Siempre vivió bajo la presión de la familia que poseía ya que siendo única hija muchas expectativas estaban puestos en su triunfo en la vida. Jamás cedió ante la presión, era muy ágil mentalmente y poseía el gran talento de no sobreestresarse. Con un promedio envidiable terminó la escuela primaria. No estudió jamás luego de aquello, no por lo menos en ningún colegio. Se dedicó a ser autodidacta, aún en lo que magia significaba. Odiaba estar rodeada de gente todo el día, por esa misma razón pasaba de ir a alguna de las instituciones de enseñanza que existían por sus alredores. Día a día fue creciendo y con ella su lado más oscuro. De ser una niña buena e inocente pasó a ser una adolescente más que cruel con todo el mundo, sin razón aparente.

Un día decidió dar un paseo bastante extenso por el bosque de la finca de su familia y aquello es lo último que se sabe de lo que pasó. Al otro día despertó siendo una criatura, sin más remedio que hacer lo que mejor sabía en aquellos instantes: repartir odio por sus alrededores. Sin saberlo asesinó a su familia entera, pues no reconocía ni sus rostros ni sus voces. Su casa terminó ardiendo en un mar de llamas que tardaron bastante tiempo en apagarse. Desde aquél día está obsesionada con el fuego, no hay nada que la provoque ni llame más su atención."